21 de junio de 2010

COMENTARIO AL MENSAJE DE FCH EN ENERO DE 2010

Por: Ivonne Acuña Murillo

Enseguida encontrarás el comentario que hice al mensaje de Felipe Calderón Hinojosa en los primeros días del año 2010, mismo que fue reproducido en la edición matutina del noticiero de Radio Unam, en la sección los "Universitarios dicen". Aunque lo que aquí sostengo se deriva del discurso de un día en concreto puede tomarse como el diagnóstico del sexenio de FCH. Te invito a escucharlo y a construir tu propia opinión.


20 de junio de 2010

EL METRO DE LA CIUDAD DE MÉXICO: UNA AVENTURA PROFUNDAMENTE HUMANA

Por: Ivonne Acuña Murillo

Este artículo es para aquellas personas que no viajan en metro porque no tienen necesidad o no viven en la Ciudad de México, no se pierdan de esta experiencia literaria que pretende reflejar un profundo sentido de lo humano. Lo anterior me lleva a pensar que este artículo bien puede titularse “Viajando en metro sin incomodidades”; “Viaje virtual por el metro de la Ciudad de México”; “Viaje ahora y no pague después”; o “El metro de la Ciudad de México: espejo de encantos y desencantos”.

Viajar en el metro de la Ciudad de México es una aventura humana, sociológica, antropológica, histórica, filosófica, artística, multicultural que nadie debería perderse (los políticos sobre todo) pues nos permite observar de cerca no sólo una pequeña muestra de las carencias y necesidades de millones de personas en este país, sino diversas estrategias de sobrevivencia, la manera en la cual individuos de diversas clases sociales comparten el mismo espacio y a veces el mismo azoro o las mismas incomodidades, las múltiples expresiones culturales que personas de diversos estados de la República, incluso de otros países, nos ofrecen, las esperanzas y desesperanzas de miles de personas, la actividad de los vagoneros, los vendedores con locales y los toreros, llamados así porque al no tener un puesto fijo ofrecen su mercancía en el suelo distribuida sobre un pedazo grande de tela o plástico lo cual facilita recogerla uniendo las cuatro puntas por si hay que salir corriendo ante la presencia de las autoridades del metro, etc.

En los vagones puedes encontrar tanto al campesino indígena de Puebla, hombre, mujer, niño o niña, anciano o anciana quienes descalzos o en huaraches te ofrecen un papelito donde invariablemente te explican que vienen de la Sierra de Puebla porque no tenían con que sembrar su tierra y esperan les regales una moneda, hasta el joven jamaiquino (de Jamaica), tocando sus ritmos cuasi africanos, o a jóvenes mexican@s tocando el violín, la flauta transversal, la guitarra, el saxofón también a cambio de una moneda, a los cantantes de folklore latinoamericano, a los niños, niñas, adolescentes, adultos jóvenes tocando las polcas norteñas en un acordeón rentado. No puede faltar por supuesto el convencido religioso o religiosa que comienza a hablar en voz alta para avisar a los demás la llegada del fin del mundo o el camino de la salvación. Ancianos solitarios, hombres, mujeres que con más o menos vergüenza cantan o sólo estiran la mano esperando que los compadecidos viajeros pongan en ella una moneda. Los más experimentados, llevan un vaso y sólo lo acercan a la gente, otras no se atreven y van de persona en persona pidiendo en voz baja.

En el metro encuentras de todo, de hecho podrías hacer ahí tus compras, llenar tu despensa, cubrir tus necesidades básicas y no tan básicas con los productos que ahí se venden. En los pasillos de las diversas estaciones, fuera en la zona de paraderos o dentro de los vagones puedes obtener: pizzas, helados, bebidas refrescantes, ropa, relojes de 30 pesos para “dama y caballero”; dulces, fruta, el desayuno completo, espacios con maquinitas de videojuegos, periódicos, libros, plumas, lápices, juguetes para armar, juegos de destreza, diccionarios, recetarios navideños, de ensaladas, postres, bebidas, videos de Discovery o History chanel, la película pasada o en cartelera, compendios de libros en versión electrónica, desarmadores, cortaúñas, calculadoras electrónicas, las tablas de multiplicar, guíasroji, calendarios, guías de carreteras, etc.

Por otro lado, conforme tus viajes se vuelven una rutina te vuelves capaz de reconocer a ciertos personajes, conoces sus horarios, su lugar favorito, su modo de pedir, imaginas cómo debe ser su vida, aunque con toda seguridad siempre te quedarás cort@ en cuanto a sus vicisitudes, sufrimientos, incertidumbres, desesperanzas, sueños, desencantos.

Puedes hacer un recorrido mental por todas aquellas personas con las que te topas cada día, por ejemplo:
Las niñas de 7 u 8 años sentadas en las escaleras de los accesos al paradero norte del Toreo, vendiendo gorditas de nata, después de las nueve de la noche.

La anciana con su hijo adulto sin piernas que toda la tarde y parte de la noche se ubica al pie de alguna de esas mismas escaleras.

Parejas de ancianos, matrimonios probablemente, que al no tener la suerte de gozar de una pensión que haga menos penosa su vejez asisten al metro a pedir limosna, ella estira la mano mientras él toca una guitarra, un violín o simplemente entona una melodía.

El jovencito medio ciego como de catorce años que jala por el cinturón a un anciano ciego quien trata de tocar una guitarra mientras caminando de vagón en vagón pide limosna por cerca de 8 horas.

El travesti con ropa no sexi pero entallada que deja ver sus curvas y que todos los días a las seis de la tarde aborda el metro en la estación General Anaya y ofrece al público, en silencio, un pensamiento escrito en un papel a cambio de una moneda. Otros menos penosos, piden no ser rechazados y solicitan ayuda para albergues donde viven niñ@s y personas adultas enfermas de SIDA.

Las mujeres con niños pequeños envueltas en su reboso y sentadas en el más que sucio suelo de las entradas y pasillos de las distintas estaciones.

Los niños de la calle, algunos ya adultos y con sus hijos que tienden una manta llena de vidrios en el suelo y sobre la que se aporrean para causar estupor, lástima o curiosidad morbosa a cambio de una moneda, con el tiempo han afinado su estrategia pues antes sus espaldas y brazos sólo mostraban las heridas ya cicatrizadas que les provocaron los vidrios, ahora dejan que la sangre de las nuevas heridas escurra por su cuerpo y antes de comenzar tan singular espectáculo recomiendan a quienes los observan querer a sus hijos y no maltratarlos y obligarlos a vivir una vida como la suya. En estos casos no falta la pasajera que baja la mirada o voltea para otro lado con tal de no mirar, o el joven que curioso no les quita los ojos de encima.

Los niños que se arrastran por los vagones tratando de limpiar los zapatos de los usuarios en un intento por ganar algo de dinero; los que tratan de pegar en la ropa de alguien una pequeña calcomanía con la misma intención. O las jovencitas que siguen siendo “niñas de la calle” y que llevan en brazos a un niño o niña dormida, suya o rentada (en algún lugar de la ciudad los y las indigentes hacen fila para rentar un bebé para causar más lástima al pedir limosna) y que piden según dicen para completar y comprar el bote de leche para su bebé.

L@s niñ@s de 10 años cuidando a un@ de cuatro pidiendo limosna, vendiendo algo o tratando de tocar el acordeón, l@s niñ@s de 7 u 8 años recorriendo sol@s los vagones con su caja de chicles.

El anciano yucateco que parado a medio pasillo canta alguna canción a cambio de dinero o el que agarrado para no caerse de una de las rejas que cierran los accesos a ese mismo pasillo sólo extiende la mano.

Pero el metro es más que eso, es una constante oportunidad para ampliar tu repertorio musical o cinematográfico. Viajando en uno de los trenes, puedes de una estación a otra, algo así como tres minutos, encontrarte con el vendedor de discos de música de todo tipo: clásica, rock, regüetón, salsa, cumbia, guaracha, disco, merengue, instrumental, religiosa, etc.; videos, películas, documentales pirata.

Antes cuando los vagones de los trenes de la Línea 2 (Cuatro caminos- Taxqueña) estaban separados los diferentes vendedores respetaban un código tácito, el segundo en entrar no ofrecía su mercancía hasta que el primero terminaba y se aprestaba a pasar a otro vagón. Hoy con los nuevos trenes, esos en los que los vagones van unidos y permiten recorrer todo el tren sin tener que bajarse y volver a subir, los llamados “vagoneros” (los vendedores ambulantes dentro del metro) cambiaron las reglas, lo que implica que en ocasiones l@s viajer@s o posibles clientes tengan que escuchar las ofertas de dos o más vendedores a la vez.

En general, se puede afirmar que los vagoneros son vendedores de ilusiones: “llévelo, llévelo, para el niño para la niña”, pues permiten con sus bajos costos 5, 10, 15 pesos, 1 en 3 ó 2 por 5 que los padres y madres puedan llevar a sus hijos al final de su larga jornada un dulce, un pequeño juguete, una pluma con luz, una lámpara de colores, un juego de destreza, un video con grabaciones infantiles, un llavero, un disco con canciones para niñ@s, etc. También se puede conseguir un disco para la novia, para el novio.

En otras ocasiones es posible disfrutar del canto, la música o el sketch de algún payaso, incluso los ejercicios de jóvenes estudiantes de teatro quienes enviados por sus profesores buscan perder el miedo ante un público tan diferenciado. Da escalofrío cuando alguno de los artistas es menos improvisado que los otros y toca música clásica con instrumentos tan sofisticados como un violín, una flauta transversal o un saxofón; en otros casos es posible escuchar a alguien que canta mucho mejor que los laureados artistas impulsados por las dos televisoras más importantes del país. En esas ocasiones la moneda se da de buena gana pues el buen intérprete con su canto o música ayuda al relax, incluso al ensueño. Por supuesto no faltan los declamadores; los cantantes de música folklórica, pueden venir dos, tres, cuatro o uno solo tocando a la vez que canta, la guitarra, el sampayo, la flauta dulce; los percusionistas mexicanos o jamaiquinos, éstos últimos incluso pueden interpretar canciones de tierras lejanas que nunca has oído.

En el metro encuentras gente de ambos sexos y los que se acumulen, de todas las edades, de diversos niveles socioeconómicos, preparaciones formales, color de piel, nacionalidad, intereses, gustos, vicios, virtudes, defectos, afectos, valores. Entre los pasajeros es posible observar a aquellos que visten de traje, que llevan un portafolios, recién bañados y perfumados, sentados junto a alguien menos pulcro, de mezclilla, sin perfume ni afeites sofisticados, vestidos incluso con ropa y calzado ya gastados. Mujeres bellas con escotes, faldas cortas, zapatos de tacón sentadas junto a obreros de la construcción o empleadas domésticas.

A veces hay escenas que bien merecen ser eternizadas en una fotografía propia de un concurso, como aquella en la que podía verse en el andén vacío de una estación de trasbordo, (Hidalgo por ejemplo) un zapato de mujer abandonado junto a la línea amarilla que indica no pasar el límite de seguridad. Quienes acostumbran viajar y hacer trasbordos en horas pico bien podrían imaginar que el zapato lo perdió una mujer al momento de entrar al vagón y enfrentarse con la multitud que se movía en dos sentidos: una parte tratando de salir y la otra tratando de entrar y preguntarse ¿qué habrá hecho esa mujer sin zapato?, ¿a dónde iba?, ¿cómo llegó? ¿tendrá otro par de zapatos o era el único?

Viajando en metro es posible también obtener gratis clases de box en vivo protagonizadas a veces por hombres a veces por mujeres. Un caso digno de ser relatado es el de tres mujeres que en una de estas estaciones de transbordo se liaron a golpes, dos contra una. Al parecer la discusión comenzó dentro del vagón en el que se amontonaron decenas de mujeres tratando de no llegar tarde a sus lugares de destino y en el que el inevitable contacto físico, los apretujones y aventones, sumados al estrés que provoca un horario fijo y la necesidad de conservar el puesto de trabajo, llevó a estas mujeres a hacerse de palabras. El caso es que cuando lograron salir del vagón se enfrentaron a golpes con el puño cerrado (no rasguños ni jalones de pelo), además de dedicarse algunos buenos insultos.

Igualmente, el metro permite a los que viajan o viven solos encontrar a alguna persona dispuesta a platicar, al menos por lo que dura su trayecto antes de bajarse en alguna de las estaciones. Es escenario de la risa franca, fácil, incluso escandalosa cuando el tren frena de pronto y hace perder el equilibrio a más de uno o cuando las parejas de payasos desarrollan la rutina que ensayaron con el propósito de hacerse de algo de dinero.

Es también el lugar en el que los jóvenes, hombres por lo regular, se salvan de cometer algún delito, pues a decir de ellos mismos “prefieren ofrecer algo (un dulce, una pulserita, etc.) a cambio de una moneda en lugar de andar robando a los pasajeros". Por supuesto, su dicho es una especie de coacción moral y una forma de intimidación, pues es de suponerse que si no reciben la moneda que esperan podrían decidirse por el otro camino.

En el metro la lucha por un lugar se vuelve no sólo un reto, sino una competencia entre los viajantes. Una apuesta cotidiana que reporta un pequeño triunfo a lo largo del día, los días, las semanas, los meses, los años. Ya no es tan fácil que los hombres se levanten cuando ven a una mujer embarazada, cargando un bebé, a una persona anciana o discapacitada, aunque todavía hay algunos. A veces son las mujeres las que ceden el asiento a otra mujer en tales condiciones.

Si quieres conocer realmente al México de la vida cotidiana de millones de personas te recomiendo que hagas un pequeño viaje en metro, después de hacerlo el México que has conocido no volverá a ser el mismo, serás capaz de observar realidades que tal vez no imaginabas, la de esos “otros” que por ser “otros” aparecen ante tus ojos como sombras lejanas.

Monsiváis cuenta anécdota en el metro, no te la pierdas

http://www.colmex.mx/videotech/monsivais/conferencias/monsivais.html

19 de junio de 2010

MUNDIAL DE FUTBOL Y VIOLENCIA SEXUAL EN SUDAFRICA

Por: Ivonne Acuña Murillo

Los grandes eventos mundiales en un país determinado son una buena oportunidad para poner atención en otros temas, el Mundial de futbol 2010 en Sudáfrica no es la excepción. Es realmente alarmante el nivel de violencia sexual ejercicio contra mujeres, niños y niñas (incluso bebés) en ese país, vayan aquí sólo unos datos:

•Se cometen aproximadamente medio millón de violaciones en Sudáfrica anualmente. El país tiene el más alto porcentaje de violaciones por cada mil habitantes en una lista de 65 países, en la que por cierto México ocupa el lugar 17. http://www.nationmaster.com/graph/cri_rap_percap-crime-rapes-per-capita
•De acuerdo con la BBC para una mujer sudafricana negra, es más probable ser violada alguna vez en su vida que aprender a leer y escribir.
•1 de cada 4 hombres admite haber violado a alguien, y uno de cada 8 admite haber violado a más de una persona.
•1 de cada 2 no lo considera como algo malo.
•Las lesbianas son violadas para "corregirlas".
•Se tiene la creencia de que tener relaciones sexuales con alguien virgen (bebés por ejemplo) cura el SIDA, siendo que 1 de cada 8 adultos es VIH+.
•Anualmente se reportan alrededor de 60,000 violaciones de niños, niñas y bebés.
•En encuestas recientes uno de cada dos estudiantes de diversos grados escolares consideraron la violación en grupo como algo entretenido.
•La BBC lo llama "Una guerra secreta contra las mujeres"
http://translate.google.com.mx/translate?hl=es&langpair=en%7Ces&u=http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/1909220.stm (Versión en español)
http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/1909220.stm (Versión en inglés)



Si te interesa saber más sobre este tema puedes consultar:


 1. "NationMaster: South African Crime Statistics". http://www.nationmaster.com/red/country/sf/Crime&b_cite=1

2. "South African rape survey shock." BBC News, June 18, 2009.

3. "Quarter of men in South Africa admit rape, survey finds", The Guardian, June 17, 2009.

4. "SOUTH AFRICA: One in four men rape", IRIN Africa, June 18, 2009.

5. Oprah scandal rocks South Africa.

6. Yolanda Mufweba, "'Corrective rape makes you an African woman'", Saturday Star, 2003-11-07.

7. Kelly, Annie , "Raped and killed for being a lesbian: South Africa ignores 'corrective' attacks", The Guardian, 2009-03-12.

2 de junio de 2010

TOMA CONCIENCIA, AMNISTIA INTERNACIONAL INFORMA.

La pobreza no es inevitable, ni ocurre por casualidad. La pobreza tiene responsables

Más de 1.000 millones de personas se acuestan cada noche con hambre; 1.000 millones viven en asentamientos precarios; 1.300 millones de personas no tienen acceso a una asistencia médica básica; 20.000 niños y niñas mueren cada día por no tener acceso a la salud y cada minuto muere una mujer por complicaciones derivadas del embarazo.

Todas esas personas son víctimas de la pobreza. Y la pobreza, a su vez, les condena a la exclusión, la violencia, la inseguridad y la falta de participación en los asuntos que les afectan.

Los derechos humanos son la respuesta al círculo vicioso de la pobreza, al reconocer el derecho de todas las personas a obtener alimentos y agua, a la asistencia médica básica, a la educación y a la vivienda, a la igualdad de oportunidades, a la seguridad, a vivir sin miedo...

A pesar de ser una buena iniciativa mundial contra la pobreza, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no reconocen la relación entre pobreza y derechos humanos. Y aún más: no reconocen la obligación de los Estados de proteger y garantizar los derechos humanos, por lo que no cumplirlos no acarrea consecuencias para los Gobiernos.

La pobreza no es inevitable, ni ocurre por casualidad. La pobreza tiene responsables. Los Gobiernos, organismos internacionales y empresas deben rendir cuentas por los abusos que generan o agudizan la pobreza.

Los líderes mundiales se reunirán en septiembre para revisar el cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Firma nuestra petición para que reconozcan la necesidad de proteger y promover los derechos humanos para terminar con la pobreza.

"LA BRILLANTADA: ¿TIEMPOS EXTREMOS REQUIEREN MEDIDAS EXTREMAS?"

Por: Ivonne Acuña Murillo Hora tras hora, días tras día, año tras año, siglo tras siglo, las mujeres han sido ofendidas, humilladas, golpead...