"Líderes ficticios "
Por Rocío Zayas
Sin un guía político, el PRD pierde ideología y presencia electoral; las figuras que le dieron vida se encuentran alejadas de este partido.
En los 20 años de existencia del PRD, lo que resalta es que las figuras de liderazgo que lo articularon y posicionaron como la tercera fuerza política del país se encuentran distanciados de ese instituto político.
Por errores políticos, pecados capitales y ambiciones desmezuradas, los perredistas que tenían una posición fundamental, hoy, son parte de la historia de un partido que no termina de crecer.
Existe un común denominador entre Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Porfirio Muñoz Ledo,Rosario Robles, René Bejarano y René Arce: su alejamiento del PRD. Las caras que eran conocidas, ahora no aparecen ni son la voz de este partido.
La falta de identidad, guías y de un proyecto alternativo, que dé viabilidad al país, el perredismo se enfila a celebrar un consejo refundacional ficticio.
Y es que el liderazgo en el PRD no existe ya que cada quién —ya sea corriente de opinión o personaje— toma el rumbo más conveniente para concretar los intereses propios.
Incluso ni en las entidades que gobiernan, los mandatarios se han convertido en figuras que trasciendan los intereses de los grupos para encabezarlos.
Lo que necesita el PRD es una persona diferente que porte la bandera del partido con orgullo ya que las figuras están “quemadas”. Y más allá de Marcelo Ebrard, es complicado saber quién puede serlo.
Desde su nacimiento, el PRD tuvo como padecimiento crónico la convivencia de dos corrientes de la izquierda mexicana. Por ello es que no puede terminar de desarrollarse y evita que existan nuevos liderazgos.
Por un lado, una corriente que proviene de la tradicional “familia revolucionaria”, representada por la izquierda del PRI. La otra corriente que confluyó es la izquierda socialista mexicana, cuyos orígenes están en el Partido Comunista Mexicano.
Para Marco Aurelio Sánchez, ideólogo del PRD, este partido es “el PRI en su peor especie, elevado a la décima potencia; el PRD nunca ha sido un partido de izquierda, usurpa ese nombre y esa etiqueta y lo utiliza como marketing”.
A esto, la especialista en temas políticos de la Universidad Iberoamericana (UIA), Ivonne Acuña Murillo, recuerda que la formación política del PRD se da por el desmembramiento del PRI, lo cual ha impedido un avance como partido que realmente sea de contrapeso para el Estado.
Subraya: “Hay muchas deficiencias en el interior del partido, uno el haber dado cabida a cualquier gente con tal de que tuviera base social, me parece que no lo fortaleció mucho. De repente hay gente valiosa en el PRD, hay muchos intelectuales preocupados por la nación, pero también hay muchos arribistas que buscan llevar hasta las últimas consecuencias sus intereses, eso es como un defecto de origen”.
Ivonne Acuña explica que ellos, están en la idea de ser de izquierda moderada pero insiste en la necesidad de re fundarse como una autentica izquierda.
Marco Aurelio Sánchez sostiene que un partido fundado por gente como Cárdenas Solórzano “y que sólo protestó cuando no le tocó hueso en el PRI, ¿puede ser un partido de izquierda?”.
Asimismo, critica la tolerancia en el partido con personajes corruptos como René Bejarano. “No es la primera vez que demuestra su acto de corrupción eso lo tiene en las venas desde siempre, y eso en el PRD lo saben”.
Lucro
A unos días de que los integrantes del PRD se reúnan en el “Congreso Nacional de Refundación”, Marco Aurelio Sánchez denuncia que éstos seguirán lucrando con la necesidad de las personas, mejor conocida como “clientelismo político”.
Esto es parte del “maquillaje que van a vender en diciembre,” asegura, pues mientras estén Jesús Ortega, René Bejarano, Dolores Padierna, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, René Arce, Alejandro Encinas, entre otros, no va a poder realizar una verdadera refundación “ni siquiera son capaces de adornarse con un cambio de caras, no. Son los mismos de siempre”.
La analista política Ivonne Acuña opina que para lograr una refundación con valores de izquierda es mejor la desintegración del PRD y crear un nuevo concepto de partido político.
Pero indica esto no será posible puesto que hay intereses económicos, hay un presupuesto destinado al partido por el IFE. Nadie se quiere ir, nadie se quiere mover, están dando una falsa imagen de unidad cuando se sabe que eso no existe, pero también están atrapados en función de los recursos y de la estructura que cómo quiera construyeron”
Marco Aurelio Sánchez, quien participó en la redacción del documento para la reestructuración del partido, pero cuya propuesta fue rechazada, asegura que lo que requiere el partido es institucionalizarse y esto le permitirá alcanzar sus objetivos, sobre todo consolidarse como partido de izquierda.
“Desde el año 2000 hicimos la propuesta con el partido y no nos hicieron caso. Las mismas propuestas se metieron hoy y no nos hicieron caso. Hay toda una propuesta política y estatutaria para iniciar la verdadera refundación del partido.
“Las élites del partido están tan corrompidas, la base es la élite del partido y está muy corrompida, no tiene remedio, está amañada no sabe el grado de corrupción que tiene ese partido. Es una asquerosidad ese partido no tienen remedio, pero desgraciadamente la gente lo va a seguir manteniendo porque no hay opciones, está tan destruido el sistema política mexicano que no hay opciones”, asevera.
Sin ideología
La ideología es un elemento esencial para la vida política de un partido; sin embargo, ésta no se consolida debido a que por la ausencia de líderes no se concreta este punto.
El PRD es uno de los tantos partidos políticos del país que no tienen un proyecto alternativo de nación, sin democracia interna, sin una presencia real en el país, asegura el Marco Aurelio Sánchez.
El también autor del libro “PRD: la izquierda ficticia” señala: “No es una alternativa, no es un partido de izquierda auténtico, es una falsedad. De izquierda sólo tiene el nombre no es más que una falsedad, es una élite usurpadora de la izquierda y se convienrten en mentirosos”.
Asimismo, cuestiona la supuesta ideología de izquierda debido a que su base fuerte se conforma por ex priístas como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubon, entre otros, los cuales, según él, se mueven sólo para alcanzar sus intereses y no crear una verdadera lucha a favor de la población.
Por su parte, Ivonne Acuña Murillo, especialista en género, política y sociedad de la Universidad Iberoamericana, manifiesta que el PRD es un partido debilitado por sus pugnas internas entre Nueva Izquierda (NI) e Izquierda Unida (IU) y que pretende re fundarse con un “proyecto fuerte y alternativo de nación” que será presentado en diciembre a todos sus integrantes.
La analista asegura que el enfrentamiento de dos proyectos o de intereses encontrados en el interior del partido ha provocado que la gente tenga una imagen negativa de los perredistas.
“Esa imagen que dan al exterior cada vez que hacen votaciones internas y que se acusan unos a otros de cochinero, en sus propias palabras, y de recurrir con esas viejas prácticas del priísmo, son parte de la cultura política de los del PRD, así como del PAN y PRI”, indica la doctora.
Ambos especialistas coincidieron en que éste se encuentra sumergido en una ola de corrupción y falsa democracia, por lo que la mejor opción sería que el partido desapareciera del escenario político, puesto no tendrán una verdadera reestructuración política, sino ésta será simulada por todos los rompimientos internos que existen entre las dos corrientes más fuertes del partido del sol azteca.
Sin logros
A decir de Marco Aurelio Sánchez el partido se convirtió en un cascaron “ni siquiera es un partido a nivel nacional, nunca lo ha sido es regional. El PRD no tiene presencia a nivel nacional a lo mucho en cinco o seis estados y los gobernadores que se tienen no se les ve altura de dirigentes que puedan convocar a la unidad nacional del partido.
En ese mismo tenor, la especialista Ivonne Acuña Murillo precisa que éste ha perdido su posición como tercer ente político de México y que los territorios que pierde los está recuperando el PRI, “su reposicionamiento les va a llevar mucho tiempo”.
Después de la derrota que sufriera Andrés Manuel López Obrador en los comicios presidenciales del 2006, el PRD y los múltiples escándalos, en los que se vieron envueltos militantes de éste, como René Bejarano, dicho instituto comienza a perder popularidad entre sus simpatizantes.
Así, la falta de consensos, las disputas internas entre las diversas corrientes de la institución, han provocado que su imagen se vea desgastada y vieja, no sólo por las “caras conocidas” sino por su discurso a los votantes, que ha ido dejando ver poco a poco su enfado en las elecciones, en todo el país.