Por: Ivonne Acuña Murillo
En los últimos dos siglos la humanidad ha logrado un avance sin precedentes en su historia. Estos logros tienen su mayor expresión en la tecnología y su imparable desarrollo. En términos de relaciones sociales el avance ha sido menor, aunque no por eso menos importante. Contamos hoy con concepciones más avanzadas de derechos humanos, con el reconocimiento de grupos sociales ignorados antes como las mujeres, l@ ancian@s, l@s niños, l@s gays, l@s ecologistas, etc. Ideas avanzadas en torno a la tolerancia y el respeto a la diferencia, la búsqueda de la igualdad de derechos y la equidad de trato. Sin embargo, no todos los grupos humanos han aceptado estos cambios ya que mantienen vivas tradiciones con por lo menos 2000 mil años de antigüedad, de acuerdo con las cuales existen personas sin derecho a la construcción de una individualidad propia.
En este contexto se da la protesta de Amina, joven tunecina de 19 años que decidió manifestarse en Facebook con el torso desnudo y sobre éste la leyenda "Mi cuerpo es mio y de nadie más", como se muestra en la siguiente foto.
De acuerdo con la tradición musulmana Amina fue declarada culpable de mostrar su
cuerpo en público. La reacción de su
propia familia no fue diferente ya que considera la acción de Amina como
una "ofensa al pudor de la mujer" y al Islam, desaprueba su
comportamiento, desconoce a la joven e incluso respalda su sentencia a muerte,
según reportó el sitio Algeri-focus.
Amina es integrante del
grupo "Femen", un movimiento feminista surgido en Ucrania en
2008 que realiza sus protestas en topless para llamar la atención. Sostiene que
nunca creyó que su decisión tuviera tanta trascendencia, pues sólo quería
llamar la atención sobre los derechos de las mujeres.
Desde Occidente se puede afirmar que los derechos de Amina sobre su propio cuerpo y la afirmación de su individualidad han sido violentados. No lo consideran así quienes desde la tradición pretenden defender un esquema de valores que coloca a las mujeres en un papel subordinado y que reconoce en la comunidad un bien mayor. Sin embargo, desde el punto de vista de la teoría feminista, del feminismo como movimiento y desde su esfuerzo continuo por mejorar las condiciones de vida de las mujeres en todo el mundo, así como el reconocimiento pleno de sus derechos, es imposible aceptar que aún haya pueblos que sometan a las mujeres a los designios masculinos, pero sobre todo que castiguen en ellas el deseo de libertad y autodeterminación.
Desde esta postura, la pena impuesta a Amina es una abominación que no puede ser aceptada, en pleno siglo XXI, por personas, grupos o naciones que reconocen el derecho de las mujeres a tener derechos, comenzando por el derecho al propio cuerpo.
Desde este blog se lanza una enérgica protesta en contra de estos aberrantes hechos y de todos aquellos en los cuales las mujeres son sometidas a tratos crueles e inhumanos. Aquí sólo unos ejemplos:
Una niña de 15 años fue sentenciada en las Islas Maldivas a 100
latigazos por mantener relaciones sexuales prematrimoniales tras ser violada
por su padrastro, informó una fuente gubernamental. La pequeña fue acusada el
pasado mes de junio después de que su padrastro fuera imputado por la policía
de violar a la niña y matar a un bebé que había tenido con ella, y que apareció
enterrado en su casa en la isla de Feydhoo en el norte del país insular. La niña fue recluida en un centro de detención para menores y cuando cumpla los 18 años se le darán los 100 latigazos.
Condenan a mujer después de ser violada por un grupo de hombres. Un tribunal de Arabia Saudí condenó a seis meses de cárcel y 200 latigazos a una mujer violada por un grupo de hombres por haber hablado en público de su caso y sus esfuerzos para pedir justicia, según denunció la organización Human Rights Watch (HRW).