Millones de mujeres en el mundo se ven privadas de los derechos que a otras les han sido reconocidos en muchos otros países, entre ellos el del a educación. Por siglos se consideró que la única educación que las mujeres necesitaban era aquella que les permitiera desempeñarse al frente de su casa y realizar las labores "propias de su sexo" como la preparación de alimentos, la limpieza de la casa y la ropa, el cuidado de niñ@s, ancian@s y enferm@s, etc. Incluso, un pensador tan connotado como Jean Jaqques Rousseau (17712-1778) afirmó, en su obra Emilio o De la educación, que las esposas debían aprender a leer y escribir sólo si las actividades de su esposo así lo requirieran.
Poco a poco, las mujeres han ganado ese y otros derechos, sin embargo, en sociedades altamente tradicionales se sigue restringiendo la educación de las mujeres a lo que se considera adecuado a su sexo, es el caso de Pakistán, donde el grupo integrista de los talibanes pretenden imponer a la sociedad una visión conservadora en cuanto al papel de las mujeres y castigan en ellas todo intento por cambiar el status quo.
Sin embargo, a pesar de las prohibiciones y los controles impuestos sobre las mujeres, no todas están dispuestas a dejar pasar sus vidas sumidas en la ignorancia y la exclusión. Un ejemplo es Malala Yousufzai, la niña pakistaní que a los 11 años denunció, a través de un blog, el régimen de terror impuesto por los talibanes en su región natal del Valle del Swat.
A pesar de las amenazas de que fue objeto siguió yendo a la escuela no sin miedo, como ella misma afirma:
“Fui a la escuela
con miedo porque el Talibán había emitido un edicto en el que prohíbe que las
niñas vayamos a la escuela. (…) Mis tres amigas se fueron con sus familias a
Peshawar, Lahore y Rawalpindi después del edicto. (…) Mientras iba a la
escuela escuché a un hombre decir “Te voy a matar’. Apuré el paso y cuando
miré hacia atrás el hombre venía detrás de mí. Pero, para mi gran alivio, él
estaba hablando por teléfono así que debía estar amenazando a alguna otra
persona”.
El acoso por parte de los talibanes se hacia presente en los hogares de las niñas como la misma Malala afirmó en una entrevista ofrecida a CNN en 2011: “Tenía miedo de ser
decapitada por el Talibán por mi pasión por la educación”, “Durante su mandato, el Talibán iba a nuestras casas a verificar
si estábamos estudiando o viendo la televisión”. Malala dijo que
acostumbraba esconder sus libros bajo su cama, temiendo una revisión completa
de su casa por el Talibán.
En octubre de 2012, a los 14 años Malala fue atacada y herida de bala en el cuello y la cabeza, afortunadamente sobrevivió al ataque. El grupo talibán autor del atentado justificó sus acciones al afirmar, vía Ehsanullah Ehsan, uno
de sus portavoces, que "Malala Yousufzai es una joven profana 'pro occidental' que
ha promovido la cultura de Occidente 'Cualquier mujer que, por el medio
que sea, juegue un papel en la guerra contra los muyahidines debe morir' [...] Estamos totalmente en contra de la educación mixta y de
un sistema educativo laico”.
Antes de ser agredida, en el año 2011, Malala fue galardonada en Pakistán con el Premio Nacional de la Paz, actualmente, estudia en Inglaterra. Aquí reprodezco algunas de sus palabras en los días previos a volver a la escuela: “Estoy muy contenta por haber logrado mi sueño
de regresar a la escuela. Quiero que todas las niñas en el mundo tengan
esta oportunidad básica. Echo mucho de menos a mis compañeros de Pakistán, pero
estoy deseando conocer a mis maestros y hacer nuevos amigos aquí en
Birmingham”, declaró al acudir a la Edgbaston High School for Girls.
Aunque no en todos los casos las mujeres sufren o han sufrido atentados por su deseo de prepararse es un hecho que en el pasado y aún hoy, como se constata aquí, tienen que vencer muchos obstáculos para lograrlo.
Te recomiendo leer mi artículo "Mujeres que estudian", en donde reproduzco testimonios de mujeres casadas y con hijos que no abandonaron su deseo de prepararse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario